Formentera es probablemente uno de los enclaves más insólitos de todo el Mediterráneo, una pequeña isla cuya energía atrae a miles de personas que cada año vienen a bañarse en sus cristalinas aguas. Cuando pises Formentera comprenderás todas las buenas palabras que hay dedicadas a esta isla, pues parece imposible que quepa tanta belleza natural en esta diminuta isla tan bien conservada.
Descubre sus inmensas playas de fina arena y aguas turquesas, sus bellos caminos que se adentran en los campos y bordean los estanques de las salinas, los pueblos con encanto y sus amables gentes o sus misteriosos faros que invitan a contemplar el horizonte marino durante horas. Formentera es un paisaje tan hipnotizante que por pequeña que sea nunca acabarás por conocerla del todo pero seguro que en cualquier visita caerás rendido a sus pies.